santurantikuy
SANTURANTIKUY - CUSCO
HISTORIA DEL SANTURANTIKUY
A decir del connotado intelectual cusqueño Julio Gutiérrez Loayza, el Santurantikuy es una de esas grandes fiestas populares que constituyen rasgo característico y distintivo de la vida de un pueblo. Feria de juguetes es posible que haya en todo el mundo cristiano que celebra la Navidad el 25 de diciembre, pero, por lo típico, por la demostración creadora de arte popular, Santurantikuy solo hay en el Cusco. Para esta pintoresca feria, se preparan desde meses antes, los imagineros, artífices y artesanos del pueblo que trabajan en la pequeña industria doméstica de juguetes y "pastores", figurillas que irán a exhibirse en las colecciones que las familias más pobres como las más encumbradas tienen en sus "nacimientos" hogareños.
ORÍGENES
Es consenso entre los historiadores de la cultura y el arte coloniales que tras las primeras décadas de la evangelización se estableció una particular conformación cultural andina de inspiración católica. Esta creación tuvo su apogeo durante el siglo XVII, cuando la sociedad y economía coloniales gozaron de cierta estabilidad, garantizada por un importante flujo de recursos y por el poder espiritual establecidos por la Iglesia sobre las poblaciones de tan vasto territorio...
La llegada al Cusco de las primeras imágenes, provenientes del taller sevillano dirigido por el flamenco Roque de Balduque - Vírgenes de la Asunción (1551) y del Rosario (1558) - a ser colocadas en las respectivas iglesias hacía poco fundadas, seguidos por las del italianizante Juan Bautista Vásquez el Viejo en la década de 1580, encontró respuesta en las primeras imágenes hechas con materiales nativos, como el maguey, material base de imágenes tan importantes como el Señor de los Temblores y el Cristo de las Ánimas, elaboradas en la segunda mitad del siglo XVI. En todo el territorio colonial, los talleres locales solían estar dirigidos por criollos o españoles formados en América, y en ellos se producía la mayor parte de las imágenes religiosas para la decoración de los templos (pintura y tallas de madera y piedra); pero la escuela cusqueña de imaginería tendría su oportunidad luego del terremoto de 1650, que asoló Cusco y acabó con buena parte de la construcción y la imaginería que se habían creado hasta entonces. Surgió la iniciativa, necesariamente en virtud de las circunstancias, de recurrir a los artesanos locales, siendo buena parte de ellos indígenas - aquí estaban los pintores o escultores conocidos hoy, como Diego Quispe Tito, Francisco Chiwantitu, Antonio Sinchi Roca, Juan Tomás Tuyro Túpaq, Martin de Torres y Basilio Santa Cruz- artistas todos ellos descendientes de la aristocracia cusqueña, quienes aplicaron su oficio bajo una interpretación propia de la estética y el simbolismo cristiano.
No se han encontrado aún datos que establezcan en qué época aparece la feria de imágenes religiosas en la ciudad del Cusco conocida hoy como Santurantikuy; pero la misma es consecuencia evidente de todo el contexto histórico y cultural ya mencionado. Según Ángel Avendaño, la costumbre se inicia con la introducción del culto al Niño Jesús por la Orden Betlemita; que también impulsó la elaboración de las imágenes por los artesanos locales, mientras la Orden Franciscana, que había establecido la costumbre del nacimiento en el mundo cristiano, la introdujo igualmente en el Cusco. Todo esto puede haberse concretado ya a finales del siglo XVII. En todo caso, la primera mención del Santurantikuy como una "compra de Santos data de 1835. (Diario del Viaje del Presidente Orbegoso al sur del Perú, por e! Presbítero José María Blanco). El protagonista del Santurantikuy es la imagen del Niño Manuelito, alrededor del cual se arma todo un escenario con accesorios diversos, originalmente denominado "Misterio" (escenificación de la Navidad con sus personajes básicos), motivo principal de la esta feria. En el Santurantikuy se venden adornos en plata y vestidos que han de ser puestos a la imagen, uno nuevo cada año, por que los del año anterior se supone ya le quedan chicos. Otros elementos que conformarán el escenario para el Niño son plantas recién germinadas, miniaturas de portales, de pesebres, de camas o cunas, juguetes y, por supuesto, las imágenes de los personajes que conforman el Nacimiento: la Virgen, San José, Dios Padre, los Reyes Magos, los pastores y sus animales, los ángeles. Siendo piezas de artesanía primorosamente trabajadas, su precio suele ser alto; la mayor parte de Niños Manuelitos que poseen las familias del Cusco son heredados; siendo algunos de ellos verdaderas reliquias. La feria permite obtener estos elementos, pero también se vende en ella en general, artesanía en plata, cerámica, madera y hojalata, se trata de piezas utilitarias o muñequería, así como cerería.
En 1937 el Instituto Americano de Arte, bajo la dirección del connotado indigenista Uriel García, convocó al primer Concurso de Artes Populares aprovechando el marco del Santurantikuy, lo que estimuló la creatividad en los talentos individuales que han conformado esta tradición.